
La noticia ha corrido como la pólvora. Colegios vs Redes Sociales, la guerra ha comenzado. El distrito escolar de la ciudad de Seattle (EE.UU.), que agrupa a más de un centenar de colegios, ha tomado la iniciativa de iniciar una demanda contra las grandes empresas tecnológicas, a las que considera culpables de someter a los estudiantes a la adicción a las redes sociales y causarles problemas de salud psicológica.
Según publica hoy el diario digital ÉXITO EDUCATIVO "Alphabet Inc (propietaria de Google), Meta Platforms Inc (Facebook e Instagram), Snap Inc (dueña de Snapchat entre otras) y la enigmática ByteDance Ltd, propietaria de TikTok, son responsables de enganchar a los jóvenes a sus plataformas y crear una crisis de salud mental". El distrito escolar de la ciudad más grande del estado de Washington atiende a unos 50.000 niños, con más de 100 escuelas bajo su jurisdicción. Con esta medida, el distrito escolar espera garantizar que su misión educativa no se vea obstaculizada por cuestiones de salud mental.
Pero ¿cuáles son las razones por las que los colegios demandan a las big tech?
Tres son los motivos por los que las escuelas de Seattle demandan a las grandes empresas tecnológicas por su papel en el agravamiento de una crisis de salud psicológica juvenil.
1. Aumentar los niveles de preocupación y abatimiento entre los estudiantes
Las escuelas públicas de Seattle alegan que el propio diseño de estas plataformas, que buscan maximizar el tiempo que los usuarios pasan en ellas, es defectuoso y peligroso, sobre todo para los niños. Argumentan que cuanto más tiempo permanezca la gente en las redes sociales, más anuncios venderán esas empresas y, por tanto, más dinero ganarán. Además, según el distrito escolar, algunas funciones, como las notificaciones push, están diseñadas para atraer a los usuarios, lo que las hace difíciles de ignorar, especialmente para los niños.
También hace referencia a estudios que sugieren que los adolescentes que pasan mucho tiempo frente a una pantalla son más propensos a recibir diagnósticos de depresión o ansiedad, a sufrir ciberacoso y a no dormir lo suficiente.
Las redes sociales han "explotado los cerebros vulnerables de los jóvenes, enganchando a decenas de millones de estudiantes de todo el país en circuitos de retroalimentación positiva de uso excesivo y abuso".
La demanda cita un examen realizado en 2021 por el Wall Street Journal, en el que unas jóvenes detallaron declararon haber desarrollado trastornos alimentarios o recaídas después de que TikTok les promocionara vídeos de dietas extremas.
2. La falta de recursos para gestionar una crisis agravada por las redes sociales
Las escuelas públicas de Seattle alegan que, desde 2009, cuando empezaron a popularizarse los teléfonos inteligentes, ha aumentado en un 30% el número de estudiantes que se sienten tan tristes o desesperanzados casi todos los días durante dos semanas o más que son incapaces de realizar las actividades habituales.
Lamentablemente, el distrito escolar no cuenta con personal suficiente para tratar al creciente número de estudiantes que requieren asesoramiento en salud mental. Jones señaló además que su deber es crear las condiciones adecuadas para que los estudiantes tengan éxito y vivan experiencias de aprendizaje positivas, mientras que los problemas causados por estas empresas entran en conflicto con ello.
A escala nacional, sólo algo más de la mitad de los sistemas escolares públicos pueden proporcionar servicios eficaces de salud mental a quienes los necesitan, según el Centro Nacional de Educación.
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3. Abrir la puerta para poner límites a las tecnológicas
Es casi inconcebible emprender acciones legales contra las empresas de redes sociales por el material compartido en sus sitios web, debido a la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996. Esta ley establece que las organizaciones tecnológicas no pueden ser consideradas responsables de lo que otros individuos publiquen en sus sitios. Sin embargo, esto puede cambiar pronto.
El Tribunal Supremo examinará el mes que viene los argumentos de un caso judicial que pretende limitar la Sección 230 y pone en el punto de mira los algoritmos de recomendación de las empresas de medios sociales. Según Ryan Calo, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Washington, el sistema público de educación tiene ahora mismo un problema legal muy difícil de resolver en este pleito. Pero, si los demandantes en el caso ante el Tribunal Supremo tienen éxito, podría abrir la puerta a este tipo de argumentos, dijo. ¿Quién ganara esta batalla de Colegios vs Redes Sociales?