El estudio “Internacionalización y Rankings Universitarios” elaborado por PWC y un grupo de expertos del mundo académico, recoge una serie de ideas acerca de la internacionalización de las universidades que resumimos a continuación:
La internacionalización es clave en la gestión del conocimiento que llevan a cabo las universidades y afecta a las políticas universitarias. Es necesaria una financiación adecuada y superar las barreras administrativas para atraer talento y competir en un escenario global. En lo que respecta a los rankings de universidades, los poderes públicos deben estimularlos, pero no hay que ignorar los criterios que se tienen en cuenta para su elaboración. Para incrementar la movilidad universitaria la política lingüística es fundamental, el inglés es clave. En España hay profesores e investigadores competentes y estudiantes con mucho talento. Entre las líneas de acción en materia de internacionalización que proponen los expertos hay una serie de condiciones a tener en cuenta:
1. Las universidades de éxito que aparecen en los rankings son aquellas que cuidan el talento, estimulan la capacidad de creación, de aprender, la internacionalización, la conexión con el entorno, la innovación y el emprendimiento.
2. Algunas de las universidades españoles podrían estar en las 50 mejores del mundo en los principales rankings si cumplieran tres características: políticas adecuadas de captación de talento, una gobernanza que las facilite y un modelo de financiación ad hoc para desarrollarlas.
3. Para la internacionalización de universidades una de las fórmulas más eficientes es la captación de profesorado de prestigio internacional. En futuros concursos sería conveniente reservar un porcentaje de entre el 5 y el 10% para profesores extranjeros que provengan de instituciones de prestigio.
4. En cuanto a los posgrados, el diseño es deficiente. La universidad española no está en condición de competir internacionalmente. Las ofertas de posgrados no aparecen en los buscadores de estudios internacionales.
5. Incrementar la movilidad universitaria requiere abordar la política lingüística. El aprendizaje de inglés debería ser una exigencia en las universidades españolas.
6. Es necesario participar en los foros de conocimiento para atraer a las personas con talento. Las universidades deben seguir una política clara de establecimiento de redes de colaboración plenamente internacionalizadas, tanto en los ámbitos formativo y de investigación como en el de transferencia.
7. Los rankings son indicativos, por eso tampoco se les debe dar una importancia mayor de la que realmente tienen. Aparecer en ellos no es un objetivo obligado para el posicionamiento de las universidades españolas.
8. El status internacional se debe ganar realmente. Las universidades deberían recibir recursos en función de lo que han demostrado hacer bien y no en función de lo que quieren hacer, por ejemplo, la calidad investigadora, la definición de proyectos, el reconocimiento internacional de créditos más allá del EEES, los datos de inserción laboral de sus egresados, etc.
El estudio concluye que España nunca se ha planteado como objetivo tener instituciones excelentes a nivel internacional y esto es algo que debe cambiar. Por otro lado, en lo que respecta a los rankings, destaca que la comisión de educación de la UE está intentando elaborar un ranking con carácter global que tenga en cuenta los siguientes criterios: docencia, investigación, transferencia de conocimiento, compromiso con el entorno e internacionalización.
Puedes acceder al estudio completo aquí.