
A pesar de la importancia de la Educación Física en el desarrollo social, del cuerpo y la mente de los alumnos, frecuentemente, padres, estudiantes e incluso responsables de algunos centros relegan esta asignatura a un papel secundario en comparación con otras materias.
A menudo se ha demostrado que el ejercicio y un buen descanso pueden crear un ambiente en la escuela sano, feliz y reducir el absentismo escolar, así como mejorar la productividad y el bienestar generalizado. El diario inglés Education Business ha recogido tres verdades para que profesores y directores de colegios tengan en cuenta la importancia de fomentar el deporte y la vida activa en sus centros y que nosotros aquí recogemos:
Verdad número 1: El ejercicio ayuda a la productividad
El profesor de Educación Física en la Universidad Metropolitana de Leeds, James McKenna, ha dedicado toda su carrera a analizar cómo el ejercicio puede influir en los individuos. Así, McKenna asegura que hay cinco cosas que estimulan la productividad: "el ejercicio físico, el estímulo mental, el descanso y la nutrición adecuada". Esto que está estudiado en el ámbito laboral, puede aplicarse al mundo escolar también.
En un estudio realizado por McKenna, más de 200 personas dedicaron de 30 a 60 minutos de su descanso para la comida a practicar la actividad física que cada uno eligió. Seis de cada diez empleados que realizaron ejercicios notaron que su gestión del tiempo, su capacidad para cumplir plazos y su funcionamiento mental había mejorado considerablemente. El estudio mostró que había un incremento en la productividad de los trabajadores de un 17 % durante los días que hicieron ejercicio frente a los días que no. McKenna también encontró que "cuando una persona se entrena es más productiva en las tres horas siguientes al ejercicio". Con el deporte una persona libera BDNF (Brain-Derived Neurotropic Factor), una proteína segregada que en la gente apoya y mantiene la actividad de neuronas existentes, así como genera nuevas, lo que mantiene nuestro cerebro activo y despierto. Cuando estas neuronas no son "usadas", mueren. Y esto pasa a las tres horas de su liberación. De esta manera, si los estudiantes dan educación física por la mañana, probablemente serán más productivos las siguientes tres clases y si la dan tras la hora de comer, serán más productivos durante las tres horas siguientes por la tarde.
Verdad número 2: El ejercicio nos hace sentirnos menos abrumados
En una época como en la que vivimos, en la que se da constantemente una sobrecarga de información, nuestras mentes tienen que trabajar más duro que nunca. Pero las neuronas de nuestro cerebro son células vivas con metabolismos que pueden llegar a agotarse si las hacemos trabajar demasiado, haciéndonos sentirnos agotados, abrumados e incapaces de tomar decisiones. El ejercicio, sin embargo, puede hacernos sentir más capaces de tratar con todo el flujo de la información, reduciendo los niveles de estrés. La actividad física además reduce los niveles de estrés de las hormonas del cuerpo, como la adrenalina y el cortisol, y estimula la producción de endorfinas, sustancias químicas que en el cerebro actúan como analgésicos naturales y nos aportan una actitud más positiva.
Verdad número 3: El ejercicio ayuda indiscutiblemente a dormir bien
Y hay pocas cosas tan importantes para el correcto crecimiento de los alumnos como el sueño. Los expertos recomiendan que los niños de cinco años duerman una media de once horas diarias. Esto se reduce gradualmente hasta los de 16, que necesitan unas ocho horas cada noche. Mientras dormimos, nuestras células cerebrales se encogen y abren unos huecos en nuestro tejido cerebral para permitir a los fluidos del cerebro eliminar las toxinas. Dormir lo suficiente es necesario para que los niños limpien su cerebro por la noche y así sean creativos y productivos en la escuela. Un estudio del Hospital Brigham and Women's Hospital de Boston descubrió que cuanto más tiempo esté alguien despierto, la capacidad de realizar una tarea empeora y este impacto negativo de mantenerse despierto es aún más fuerte de noche. La falta de sueño no sólo nos hace menos productivos, sino que también limita nuestra capacidad de pensar con claridad.
Viendo todos estos beneficios no estaría de más reconocer lo que la asignatura de Educación Física aporta al resto y por tanto al rendimiento escolar, colaborando en el desarrollo de niños fuertes, saludables y contentos que afrontan con más ganas el resto de las materias. Apostemos por ello.