
Uno de los elementos críticos a tener en cuenta en la gestión de un centro educativo es salvaguardar la seguridad y el clima de convivencia entre sus alumnos. Como demuestran distintos estudios, este aspecto es, hoy en día, el principal criterio que tienen los padres a la hora de elegir un centro educativo para sus hijos. De la importancia que tienen los directivos de los centros en la prevención del acoso escolar nos habla el experto en bullying Pedro Campoy, director técnico de School Safety, que participará como profesor invitado en un apartado del curso las Claves de la Gestión Educativa. De algunos de los aspectos que abordará en su participación nos da un pequeño adelanto en este artículo:
La interrelación entre diferentes fuentes de influencia dentro de la educación de los menores es clara, diversa y ha sido objeto de muchos debates en los entornos educativos. Es evidente el papel que juegan operadores como la familia, los amigos, el centro escolar, etc., pero en ocasiones, desde el punto de vista de la prevención, se tiende a poner el acento sobre el actor inmediato que interactúa con los menores (profesorado), y a olvidar a actores distales, que relegamos, con frecuencia involuntariamente, al mero papel de gestores: la dirección de los centros.
Uno de los programas de prevención del acoso más efectivos, y más evaluados con resultados positivos en los últimos treinta años, es el diseñado por Dan Olweus. De él extraemos aquí unas ideas principales que afectan a todo el conjunto de partícipes de la educación de nuestros hijos y que tiene especial relevancia para la dirección de los centros.
El programa OBPP indica como factores determinantes del éxito en las tareas preventivas la cordialidad, el interés positivo y la implicación por parte de los adultos en el programa; establecer límites firmes ante un comportamiento inaceptable; aplicar de forma consistente de sanciones no punitivas y no físicas por comportamientos inaceptables o violaciones de las reglas y que los adultos actúen con autoridad y como modelos positivos.
Estas tareas no surgen de un compartimento estanco dentro de la escuela, sino que son acciones que deben ser promovidas dentro del proyecto educativo del centro, cuyo encargado de materializar en primera instancia es el equipo directivo. Por tanto, huelga decir que no debemos seguir relegando a estos profesionales al mero rol de gestores (lo cual, además, no es cierto), sino que debemos contar con ellos como puntas de lanza a la hora de intervenir y prevenir los problemas que afectan a la convivencia escolar.
La importancia de reelaborar las concepciones clásicas sobre las atribuciones de los diferentes roles dentro de los centros, gracias al aprendizaje obtenido a lo largo de las evaluaciones de programas de prevención, es un proceso de obligado cumplimiento para cualquier organización educativa que pretenda situarse a la vanguardia de los mecanismos de convivencia, de la prevención y de la detección de fenómenos que pueden afectar a la seguridad de nuestro bien social más preciado: la infancia y la juventud.
Pedro Campoy, es criminólogo experto en acoso escolar, director técnico de School Safety y profesor asociado a la Universidad Rey Juan Carlos.